Una mano robot impresa en 3D capaz de jugar al Mario Bros en una Nintendo
Un grupo de ingenieros en la Universidad de Maryland ha utilizado la fabricación aditiva para el desarrollo de esta mano robot que es capaz de jugar a uno de los videojuegos más famosos desarrollados por la empresa japonesa Nintendo. Aunque parezca ciencia ficción, el proyecto ya es una realidad y ha conseguido resultados de lo más exitosos. La programación de los movimientos realizados por los dedos que componen la mano robot ha sido capaz de completar el primer nivel del videojuego Super Mario Bros. Cierto es que el equipo de investigadores pudo haber realizado una demostración estándar para evaluar las capacidades y el desempeño de la mano, por ejemplo, tocando una partitura de piano. Sin embargo, consideraron interesante experimentar con la precisión y la naturaleza que requiere el videojuego para alcanzar sus objetivos, y así lo hicieron.
Muchas son las iniciativas que hoy en día combinan las ventajas de la impresión 3D y la robótica. El año pasados conocimos algunos proyectos de este estilo, como por ejemplo el llamado NeuroPod, un robot-insecto impreso en 3D por un equipo de investigadores en España, y que integraba neuronas artificiales para permitir su movimiento autónomo. Incluso podemos ir un paso más allá, con el proyecto de la Universidad de Cornell, quienes utilizaron la fabricación aditiva para crear un músculo robótico capaz de sudar y regular su propia temperatura. De esta forma, y viendo la cantidad de investigaciones alrededor de este campo, es innegable el gran potencial que tienen ambas tecnologías cuando se combinan, y hoy venimos a hablar de esto.
La mano robot 3D que juega a la Nintendo
Para el desarrollo de los elementos que conforman la mano robot, se utilizó la tecnología PolyJet del fabricante Stratasys. De hecho, los robots blandos se caracterizan por tener alta maleabilidad y morbilidad, al ser fabricados a partir de materiales flexibles, como caucho o silicona. En concreto, los tres dedos impresos en 3D integran los llamados “circuitos fluídicos”, que son tuberías controladas para que los dedos puedan moverse simplemente con aire, sin necesidad de electricidad adicional. Ryan Sochol, coautor del estudio, afirma lo siguiente: “Los robots blandos se pueden estirar, inflar o desinflar con relativa facilidad. Como resultado, tienen una adaptabilidad inherente para reformarse en torno a objetos complejos y, a veces, delicados. Lo que es especial aquí es que creamos un nuevo tipo de circuito fluídico que puede detectar los tipos de presión del aire para decidir cómo se comportará”.
En vez de utilizar transistores semiconductores para activar y desactivar la señal de movimientos, como lo hacen los microchips electrónicos tradicionales, el robot blando impreso en 3D aprovechó los sensores de presión en cada uno de los dedos que conforman la mano. De esta forma, los movimientos de los dedos fueron controlados por la presión del aire que corría a través de la mano. En relación a la precisión y programación de la mano robot para jugar a la Nintendo, Sochol comentó: “La sincronización del videojuego y la composición del nivel se han establecido desde hace mucho tiempo y son invariables, con un solo error capaz de dar como resultado un final inmediato del juego. Hacerlo con un videojuego como Super Mario Bros en tiempo real proporcionó un medio para evaluar el rendimiento de un robot blando que fue excepcionalmente desafiante e intransigente”.
Vistos los exitosos resultados obtenidos gracias a esta investigación, se ha puesto de manifiesto la utilización de estos robots blandos en otros sectores de aplicación, como por ejemplo, el sector médico. Dado que pueden moldearse y expandirse alrededor de estructuras complejas, los robots blandos podrían implantarse en el cuerpo humano con poco riesgo de dañar los tejidos. Esto es sin duda un gran área de investigación para aplicaciones como herramientas quirúrgicas, administración de fármacos y prótesis personalizadas.
fuente: 3dnatives.